martes, 24 de julio de 2018

La República Romana

Cuando hablamos de democracia tendemos a pensar, aunque sea por pocos instantes, en un grupo de gente vestida con toga reunidos en las antiguas calles de Atenas o Roma, pero muy pocas veces hemos decidido investigar sobre estas antiguas democracias. Los historiadores coinciden en que aquel periodo que hoy en día conocemos como la RES PUBLICA ROMANA es, como la mayoría de los inventos jurídicos romanos, sencillamente perfecto.
Polibio, que mostraba su asombro al no poder encuadrar la constitución republicana de Roma en ninguna de las tres formas desarrolladas por su compatriota Aristóteles (Monarquía, Aristocracia y Democracia) decía que si nos fijamos en el poder de los cónsules, el régimen se nos antoja monárquico, pero si miramos el del Senado, se nos antoja aristocrático, y si miramos el de los comicios, se nos antoja democrático. El testimonio de Polibio no hacía más que constatar un hecho: La constitución republicana, no tenía un solo pilar, sino tres pilares básicos: Magistraturas. Senado y Asambleas populares; tres pilares sobre los que se repartía el poder como modo más eficaz de garantizar la libertad.
El Senado republicano, al igual que la propia Roma, no vive de forma uniforme el paso de los siglos. Comenzó siendo un lugar de representación de la nobleza patricia, de los PATRES PATRIAE, y su número varió desde los cien iniciales hasta más de novecientos en el gobierno de César. Cuando los plebeyos fueron asumiendo mayor relevancia en la vida pública, especialmente en las magistraturas, éstos comienzan a entrar en el Senado, debido a que por ley los ex magistrados tienen derecho a formar parte de éste. Según la lex Ovinia, del año 312 a.C, corresponde a los Censores la elección de los senadores entre aquellas personas que han desempeñado las magistraturas, dentro de la institución llamada LECTIO SENATUS.
La condición de senador suponía diversas prerrogativas sociales, especialmente en lo referente  a los espectáculos públicos, como la participación en toda clase de eventos y su emisión de voto preferente en las asambleas populares. Pero no todo era positivo, también veían limitada su capacidad de obrar en el ámbito económico, por ejemplo, no podían ejercer el comercio a gran escala ni dedicarse al tráfico marítimo. No vamos a entrar ahora en más detalle en el funcionamiento del senado, pues ya habrá tiempo para ello, pero debo destacar una de sus competencias: la AUCTORITAS PATRUM, es decir, la ratificación por parte de los PATRES PATRIAE de las leyes o candidaturas votadas en las asambleas populares. Esta ratificación no era imprescindible, pues su negativa no invalidaría la ley, pero contar con el visto bueno del Senado le prestaría una legitimación formal que resultaba necesaria para la vigencia de la ley.
Durante la república la democracia se ejercía de manera directa mediante las asambleas populares, lo que quiere decir que el ciudadano romano forma parte directa de la votación, y no elegía a su representante. Las asambleas realmente tenían dos funciones: legislar y reclutar tropa para el ejército romano. Las asambleas, que podían ser comicios por centurias, por tribus o de la plebe, supusieron el mayor grado de democratización logrado en el mundo antiguo.
Las magistraturas son cargos de elección popular, cuyos titulares tenían una serie de funciones bastante bien limitadas. Son cargos individuales, electos por un único año (no pudiendo repetir inmediatamente después), y lo más curioso: no tenían retribución económica, de hecho, se solía dar dinero privado al erario público. Encontramos muy diversas magistraturas: las MAIORES –cónsul, pretor y censor- y las MINORES –tribunos, ediles y cuestores-, aunque también hay otras formas de clasificarlas (con IMPERIUM o sin él) y magistraturas excepcionales, como el dictador.

Referencia: https://www.lemiaunoir.com/la-res-publica-romana/

Miguel Maura

Miguel Maura Gamazo ( Madrid, 13 de diciembre de 1887 - † Zaragoza, 1971) fue un político español.
 Miguel Maura, que era hijo del político monárquico Antonio Maura y Montaner fue elegido diputado en 1916. Partidario primero y luego detractor de ladictadura de Primo de Rivera evolucionó desde posiciones monárquicas hacia un republicanismo siempre moderado.
 Perteneció, junto a Niceto Alcalá-Zamora a la Derecha Liberal Republicana, uno de los partidos republicanos firmantes del Pacto de San Sebastián, que más adelante se transformaría en Partido Republicano Conservador. Fue uno de los más distinguidos políticos de los inicios de la II República Española, en la que llegó a ser Ministro de la Gobernación durante el Gobierno Provisional (abril-octubre 1931), produciéndose durante su mandato los episodios de "la quema de los conventos". Al formarse en octubre de 1931 el nuevo gobierno, presidido por Manuel Azaña, Maura ya no figuró en él.
 En la primavera de 1936 alcanzaron fuerte eco, aunque ninguna consecuencia práctica, sus artículos periodísticos reclamando la instauración de una "dictadura republicana" como medida para salir de la caótica situación político-social reinante desde la llegada al poder del Frente Popular.
 Al iniciarse la Guerra Civil se encontraba de veraneo en La Granja. El Presidente de la República, Manuel Azaña, le ofreció la Presidencia de un Gobierno "de unión nacional" para enfrentarse con la sublevación, oferta que Maura rechazó (y que Azaña pasó a presentar a Martínez Barrio, quien aceptó).
 De nuevo en Madrid y sabedor de que las milicias anarquistas le buscaban para ejecutarle, pidió ayuda a Indalecio Prieto quien le procuró un avión militar con el que se trasladó a Toulouse (Francia), consiguiendo así salvar la vida, a diferencia de su hermano Honorio Maura, ejecutado por las milicias anarquistas y comunistas en el fuerte de Guadalupe en Irún en el verano de 1936. Miguel Maura regresó a España en 1953 y allí permaneció hasta su muerte en 1971.

Referencia: https://www.fideus.com/biografies

Mustafá Kemal Atatürk


(Tesalónica, actual Grecia, 1881 - Estambul, 1938) Militar y político turco, constructor de la moderna república de Turquía. Participó, en calidad de oficial, en la guerra ítalo-turca (1911-1912), en la que obtuvo la victoria en Tripolitania, y en la guerra balcánica de 1912-1913. Durante la Primera Guerra Mundial, ya con el grado de coronel y posteriormente el de general, venció en los Dardanelos (1915), aunque dicha victoria no pudo evitar la final derrota turca.

Mostró su desacuerdo con el armisticio de Mudros (1918), lo que le llevó a crear el Partido Nacionalista Turco, con el que organizó la resistencia nacional. En 1920 fue nombrado presidente de la Asamblea Nacional, cargo desde el que se enfrentó militarmente a Grecia y Armenia, países a los que arrebató los territorios que habían recibido por el tratado de Sèvres (1920). El tratado de Lausana (1923) otorgó a Turquía los territorios conquistados, al tiempo que proclamaba la independencia de la joven República.

En 1922 abolió el sultanato y en 1923 proclamó la República turca, de la que se erigió en máximo dirigente. Desde el primer momento, su política al frente del gobierno estuvo encaminada hacia un único objetivo, basado en la construcción de una nación turca a imagen y semejanza de los países occidentales. Para ello promulgó un decreto a favor de la laicización de la Administración e introdujo importantes reformas, como la implantación de la monogamia, la puesta en marcha de un sistema educativo y una legislación laicos, y la introducción del calendario gregoriano y el alfabeto latino.

Mustafá Kemal fue reelegido presidente en 1927, 1931 y 1935. En 1934 la Asamblea Nacional le concedió el título de «Atatürk» o «Padre de los turcos». En política económica impulsó la modernización e industrialización del país, y en cuestiones de política interior marginó a las minorías griega y kurda en aras de la unicidad étnica turca.

Información sacada de Biografías y Vidas - https://www.biografiasyvidas.com/

Montesquieu

(Charles-Louis de Secondat, barón de Montesquieu; La Brède, Burdeos, 1689 - París, 1755) Pensador francés. Perteneciente a una familia de la nobleza de toga, Montesquieu siguió la tradición familiar al estudiar derecho y hacerse consejero del Parlamento de Burdeos (que presidió de 1716 a 1727). Vendió el cargo y se dedicó durante cuatro años a viajar por Europa observando las instituciones y costumbres de cada país; se sintió especialmente atraído por el modelo político británico, en cuyas virtudes halló argumentos adicionales para criticar la monarquía absoluta que reinaba en la Francia de su tiempo.
Montesquieu ya se había hecho célebre con la publicación de sus Cartas persas (1721), una crítica sarcástica de la sociedad del momento, que le valió la entrada en la Academia Francesa (1727). En 1748 publicó su obra principal, Del espíritu de las Leyes, obra de gran impacto (se hicieron veintidós ediciones en vida del autor, además de múltiples traducciones a otros idiomas).
El pensamiento de Montesquieu debe enmarcarse en el espíritu crítico de la Ilustración francesa, con el que compartió los principios de tolerancia religiosa, aspiración a la libertad y denuncia de viejas instituciones inhumanas como la tortura o la esclavitud; pero Montesquieu se alejó del racionalismo abstracto y del método deductivo de otros filósofos ilustrados para buscar un conocimiento más concreto, empírico, relativista y escéptico.
En El espíritu de las Leyes, Montesquieu elaboró una teoría sociológica del gobierno y del derecho, mostrando que la estructura de ambos depende de las condiciones en las que vive cada pueblo: en consecuencia, para crear un sistema político estable había que tener en cuenta el desarrollo económico del país, sus costumbres y tradiciones, e incluso los determinantes geográficos y climáticos.
De los diversos modelos políticos que definió, Montesquieu asimiló la Francia de Luis XV (una vez eliminados los parlamentos) al despotismo, que descansaba sobre el temor de los súbditos; alabó en cambio la república, edificada sobre la virtud cívica del pueblo, que Montesquieu identificaba con una imagen idealizada de la Roma republicana.
Equidistante de ambas, definió la monarquía como un régimen en el que también era posible la libertad, pero no como resultado de una virtud ciudadana difícilmente alcanzable, sino de la división de poderes y de la existencia de poderes intermedios -como el clero y la nobleza- que limitaran las ambiciones del príncipe. Fue ese modelo, que identificó con el de Inglaterra, el que Montesquieu deseó aplicar en Francia, por entenderlo adecuado a sus circunstancias nacionales. La clave del mismo sería la división de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, estableciendo entre ellos un sistema de equilibrios que impidiera que ninguno pudiera degenerar hacia el despotismo.
 Desde que la Constitución de los Estados Unidos plasmó por escrito tales principios, la obra de Montesquieu ejerció una influencia decisiva sobre los liberales que protagonizaron la Revolución francesa de 1789 y la posterior construcción de regímenes constitucionales en toda Europa, convirtiéndose la separación de poderes en un dogma del derecho constitucional que ha llegado hasta nuestros días.
Junto a este componente innovador, no puede olvidarse el carácter conservador de la monarquía limitada que proponía Montesquieu, en la que procuró salvaguardar el declinante poder de los grupos privilegiados (como la nobleza, a la que él mismo pertenecía), aconsejando, por ejemplo, su representación exclusiva en una de las dos cámaras del Parlamento. Pese a ello, debe considerarse a Montesquieu como un eslabón clave en la fundamentación de la democracia y la filosofía política moderna, cuyo nacimiento cabe situar en los Dos ensayos sobre el gobierno civil(1690) de John Locke y que, después de Montesquieu, hallaría su más acabada expresión en El contrato social (1762) de Jean-Jacques Rousseau.

(Información sacada de Biografías y Vidas - https://www.biografiasyvidas.com/)

Marcelino Domingo

Nacido en Tarragona, obtuvo en esa ciudad el título de maestro, en 1903. Era hijo de un guardia civil sevillano y una mujer tarraconense.​ Ese mismo año se trasladó a Tortosa, donde empezó a ejercer la docencia y entró en contacto con los ambientes republicanos.
En Tortosa dirigió un periódico republicano, El Pueblo.
Su carrera política se inició en 1909, cuando fue elegido concejal republicano del Ayuntamiento de Tortosa. Su influencia en los círculos republicanos se consolidó con su entrada en el Consejo General de la Unión Federal Nacionalista Republicana (UFNR), y su posterior elección como diputado en Cortes en las elecciones de 1914. No obstante, abandonaría la UFNR como consecuencia del fracaso de la alianza electoral con los radicales de Alejandro Lerroux en los comicios de 1914.
Durante algún tiempo estuvo vinculado a la CNT. En el ámbito periodístico llegó a dirigir el periódico barcelonés La Lucha, y fue redactor del diario La Publicidad.​
Su actividad política fue en aumento durante la Restauración y la dictadura de Primo de Rivera. Así, participó en la creación del Bloc Republicà Autonomista (BRA) en 1915, formación que fracasó, y dos años después sería uno de los fundadores del Partit Republicà Català.​ Es uno de los protagonistas de la Asamblea de Parlamentarios y de la preparación de la huelga general revolucionaria impulsada en 1917 por el PSOE y la UGT, entre otros. Domingo es el principal propulsor de la propuesta de autonomía para Cataluña, rechazada por las Cortes monárquicas en 1918, e impulsó también la efímera plataforma republicana Alianza de Izquierdas, en la que se integrarían el PSOE y varias formaciones republicanas.
En 1928 publica su ensayo Libertad y Autoridad en la colección Biblioteca de Vanguardia de Javier Morata (Madrid). Esta editorial también publica en 1930 su obra ¿Qué espera el Rey?.
Segunda República]
El Partit Repulicà Català se acabaría uniéndose con otras fuerzas para formar Esquerra Republicana de Catalunya. Sin embargo, Marcelino Domingo acabaría abandonando las filas del catanalismo político. En julio 1929 fundó junto a Álvaro de Albornoz el Partido Republicano Radical Socialista, organización desde la que participó en 1934, junto con Manuel Azaña (Acción Republicana) y Santiago Casares Quiroga (ORGA), en la creación de Izquierda Republicana.
Considerado por Antonio Checa Godoy como «inspirador» del Diario de Tarragona, la publicación llegaría a apoyar en varias ocasiones las candidaturas electorales encabezadas por Marcelino Domingo. Fue elegido diputado en las elecciones a Cortes Constituyentes de 1931, por la circunscripción de Barcelona. En los comicios de 1933, sin embargo, no logró revalidar su escaño. Volvería a obtener acta de diputado por Barcelona en las elecciones de 1936.
Marcelino Domingo fue ministro de Instrucción Pública durante el primer bienio de la República, entre abril y diciembre de 1931.​ En su etapa como ministro de Instrucción Pública tomó medidas significativas como la conversión de la enseñanza religiosa en materia voluntaria, la autorización del bilingüismo en las escuelas de Cataluña y el programa de construcción de nuevas escuelas de enseñanza.12​ Tras su cese sería sustituido por Fernando de los Ríos. Ejercería como ministro de Agricultura, Industria y Comercio entre diciembre de 1931 y junio de 1933,​ y como ministro de Agricultura entre junio y septiembre de 1933.​ Volvería a desempeñar la cartera de Instrucción Pública en el primer gobierno del Frente Popular, entre febrero y mayo de 1936.
Últimos años]
Tras el estallido de la Guerra civil no llegó a desempeñar un papel relevante. Entre 1937 y 1938 realizó una gira por Hispanoamérica en favor de la causa republicana,​ visitando Cuba,​ México y otros países.
Falleció en un hotel de Toulouse el 2 de marzo de 1939,​ tras haber marchado al exilo.
(Información recogida en la Wikipedia)

Benito Juarez

(San Pablo Guelatao, México, 1806 - Ciudad de México, 1872) Político liberal mexicano, presidente de la República entre 1858 y 1872. Tras un periodo de tres décadas en que el conservador Antonio López de Santa Anna había dominado la vida política del país, Benito Juárez se esforzó en sus mandatos en llevar a la práctica el ideario liberal, dictando leyes para hacer efectiva la reforma agraria, la libertad de prensa, la separación entre la Iglesia y el Estado y la sumisión del ejército a la autoridad civil.
Su labor modernizadora topó con inmensas dificultades: la reacción conservadora dio lugar a la guerra de Reforma (1858-1860) y los problemas económicos motivaron el impago de la deuda y la intervención francesa en México (1863-1867). No menos convulsos fueron sus últimos años, y las deserciones surgidas de su propio partido llevarían, tras su fallecimiento, a la longeva dictadura de Porfirio Díaz. Pese a que pocas de sus realizaciones fueron duraderas, su entrega a unos ideales de justicia social es justamente apreciada, y la historiografía lo reconoce como la figura capital del liberalismo mexicano en el siglo XIX.

lunes, 23 de julio de 2018

Jules Ferry

Leyes de Jules Ferry
La ley del 16 de junio de 1881, nombrado por el ministerio de la instrucción pública, Jules Ferry volvió la enseñanza primaria publica y gratuita, lo que permitió volver la instrucción primaria (6-13 años) obligatoria por la ley del 28 de marzo de 1882,1​ que impone igualmente la laicidad en los establecimientos públicos. Jules Ferry elabora también algunas leyes sobre la educación de las mujeres.
Educación obligatoria
Es la educación que es obligatoria y no la escolarización, el artículo 4 indica que la instrucción puede ser dada en establecimientos de instrucción, las escuelas públicas o libres o en las familias. Por lo tanto la escuela no fue jamás obligatoria ni dependiente.
Contexto de las leyes Ferry
Votadas por "los Republicanos oportunistas” ​bajo la tercera república, estas leyes son en primer lugar una victoria contra la derecha monárquica, retirada del poder después de la crisis del 16 de mayo de 1877. Con las leyes de 1884 enmendando las leyes constitucionales francesas de 1875 y la expulsión de las congregaciones cristianas educativas en 1880, son un paso decisivo en el establecimiento de la laicidad notando por ejemplo la supresión de las oraciones públicas.
Las leyes de Jules Ferry fueron una consecuencia de la Guerra de 1870, pérdida contra Prusia. Los soldados prusianos eran considerados mejor instruidos que los franceses, la Tercera República intento compensar esta discapacidad para así poder preparar el revanchismo. Desde el nacimiento de la Tercera República, en el Sitio de París, Jules Ferry, en aquel entonces alcalde de París, había instaurado una comisión de enseñanza. Los trabajos de esta comisión fueron sobre la gratuidad, la laicidad y la educación de las jóvenes fueron puestos sobre el informe Delon-Coignet.
Las leyes sobre instrucción de Jules ferry fueron también hechas sobre la convicción de que permitirían la introducción progresiva de las ideas republicanas en las regiones francesas más lejanas. La idea transmitida por los « Hussard noirs » (apodo dado a los maestros de aquella época) de la República es aquella que la República es el único sistema capaz de adaptarse al progreso, noción importante en el siglo XIX.
Además de tener la voluntad de inculcar en los jóvenes un patriotismo efervescente, Ferry se había propuesto como objetivo frenar el progreso de las ideas socialistas e incluso anarquistas, las cuales tuvo la oportunidad de combatir en la Comuna de París. Así que en un discurso en el Consejo General del departamento de los Vosgos, en 1879 declaró « En las escuelas confesionales, los jóvenes reciben una enseñanza dirigida contra las instituciones modernas. [...] Si esta situación continua, se puede temer que otras escuelas no se constituyan, abiertas a los hijos de los obreros y de los campesinos, donde se enseñarán principios totalmente opuestos, inspirados tal vez de un ideal socialista o comunista extraído a tiempos más recientes, como por ejemplo a esta época violenta y siniestra comprendida entre el 18 de marzo y el 24 de mayo de 1871. »
Consecuencias de las leyes Ferry
Las leyes Ferry fueron la base de la « República de los docentes » , tuvieron por consecuencia una escolarización cuasi completa — por lo tanto una alfabetización y un « afrancesamiento » — de los jóvenes franceses, inscribiéndose así en el proyecto de los Lumières de la emancipación del pueblo soberano.
La enseñanza fue dada en francés, difundiendo así a lo largo del territorio nacional el uso de esta misma lengua. Toda enseñanza en las lenguas locales (ya se el bretón, el auvernés, el occitano o el árabe y el cabilo en Algería, anexada en 1848), calificados de « patois, siendo prohibidos. En esto, la escuela laica, gratuita y cuasi obligatoria fue, con el servicio militar, uno de los instrumentos esenciales de la « nacionalización de la sociedad » por el estado, o incluso de la consolidación del estado-nación francés.
Los docentes, « hussards noirs de la République », fueron por consiguiente uno de los sostenes sociales más consistentes del Partido Radical que dominaron la escena política francesa a partir de los últimos años del siglo XIX. La obra educativa de los profesores a veces fue atacada: así, Gustave Le Bon estigmatizaba en el libro La muchedumbre: un estudio de la mente popular (1895), a los docentes que difundían « ideologías subversivas » como el socialismo y el anarquismo.
Las leyes de Jules Ferry suprimieron la instrucción religiosa en la escuela. Un día a la semana fue dejado libre para permitir a las familias que así lo deseasen enviar a sus hijos al catecismo.