Fernando
Piñuela y Romero (Murcia, 7 de
febrero de 1897- ibíd, 7 de noviembre de 1939), fue un profesor y político español. Alcalde de
Murcia entre 1936 y 1938, fue ejecutado por la dictadura franquista
Nacido en Murcia
en 1897,
su padre era funcionario municipal y su madre maestra de enseñanza primaria.
Estudió magisterio en la Escuela Normal de Murcia y continuó su formación en la
Escuela Superior de Magisterio de Madrid, concluyéndola el 19 de julio de 1919.
En esta última institución tuvo por compañeros a Rodolfo Llopis y Víctor de la Serna
con los que entabló profunda amistad.
Simultaneó sus estudios de
magisterio con la carrera de derecho, licenciándose en 1920. Fue catedrático
numerario de Gramática y Literatura en las Escuelas Normales de Huesca,
Burgos
y Ciudad Real.
Elegido diputado por
Ciudad Real en las elecciones generales de 1931 por el PSOE, fue miembro de la Comisión de Justicia.
En las elecciones generales de 1933 volvió a ser candidato por Ciudad Real sin
obtener el escaño.
En junio de 1935 se
trasladó a Murcia, donde fue catedrático de metodología de la historia en la
Escuela Normal de la capital murciana.
Concejal del ayuntamiento de
Murcia tras el triunfo del Frente Popular, el 25 de mayo de 1936 fue elegido
alcalde, poco antes de declararse la Guerra Civil como
consecuencia del golpe
de Estado llevado a efecto por una parte del
ejército.
En su labor como Alcalde de
Murcia destacó la gestión de los primeros días de la contienda en defensa del
patrimonio religioso de la ciudad, evitando que la reacción popular contra los
golpistas derivase en una destrucción indiscriminada. Durante la Guerra, entre
otras medidas, creó la Junta de Protección del Patrimonio Artístico de
Murcia, con sede en la Catedral,
destinada a catalogar y preservar el patrimonio, entre otras, las piezas de Salzillo
que cada Semana Santa
presiden las procesiones de muchas localidades de la región de Murcia. También
organizó durante todo el conflicto, un comité popular que atendió a los
refugiados que llegaban a Murcia huyendo de las zonas devastadas.
Dada la escasez de
moneda fraccionaria que existía en el término municipal de Murcia durante el
conflicto, el ayuntamiento emitió billetes sustituyendo a las monedas de 0,50,
1 y 2 pesetas, siendo conocidos éstos popularmente como piñuelas.
En enero de 1938 dejó su cargo de alcalde (siendo sustituido por Bienvenido
Santos), trasladándose a
Madrid como Comisario Inspector del Ejército del Centro y en este cargo
continuó hasta marzo de 1939 en que Segismundo
Casado, al frente del Consejo Nacional de Defensa, le nombró Comisario General del Ejército del
Centro. En reunión de las Federaciones Provinciales Socialistas celebrada el 21
de marzo de 1939, fue nombrado vocal de una nueva Comisión Ejecutiva del PSOE
elegida para hacer frente a la difícil situación que se avecinaba.
Al finalizar la guerra
civil fue detenido en Elche (Alicante) cuando intentaba llegar a Murcia. Fue
internado en un campo de concentración desde el que fue trasladado a Murcia.
En dicha ciudad fue juzgado por
un tribunal militar en consejo de guerra.
Se le acusó de hacer depuración del alumnado, según la "Comisión
Depuradora del Ejército de Ocupación" y de auxilio a la rebelión.
Diversas personas y entidades de Murcia, vinculadas a la derecha política,
manifestaron por carta ante el tribunal que Piñuela había sido un hombre
honrado, que había protegido bienes y personas durante la guerra y que era un
excelente profesor. El propio obispo de la Diócesis de Cartagena,
Miguel de los Santos,
pidió por carta que no fuera condenado.
Sin embargo, a pesar de las
numerosas peticiones cursadas, fue condenado a muerte el 1 de julio de 1939,
siendo ejecutado el 7 de noviembre
del mismo año junto a otros catorce murcianos por un pelotón formado por
miembros de la IV División de Navarra
en las tapias del Cementerio de Nuestro Padre Jesús de Murcia
Información sacada de la Wikipedia.
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