domingo, 24 de febrero de 2013

Manuel Ruiz Zorrilla



(Burgo de Osma, España, 1833-Burgos, 1895) Político español. Obligado al exilio debido a una condena de muerte (1866), desde el extranjero ayudó a las conspiraciones que provocaron la Revolución de 1868. Formó parte del gobierno provisional en varios ministerios: Fomento (1868) y Gracia y Justicia (1869). Jefe del Partido Progresista que propulsó la elección de Amadeo I como rey de España, presidió el gobierno de la monarquía democrática instaurada en dicho período. Viajó con el monarca al exilio y a su regreso fue expulsado por Cánovas (1875) e incluso perseguido en Francia, de donde también tuvo que marcharse. En 1880 fundó el Partido Republicano Progresista, de manifiesta oposición a la monarquía borbónica que reinaba en España, desde cuyas filas llevó a cabo diversos intentos de conspiración armada, todos ellos frustrados. No fue hasta la victoria en Madrid de la Unión Republicana cuando volvió a obtener el escaño de diputado (1893); sin embargo, pese a estar gravemente enfermo, no regresó a España hasta 1895.

 

Porqué soy republicano - Antonio García Trevijano


Voy a iniciar una sección llamada "¿Porqué soy republicano?". En esta sección iré colocando opiniones de personas más o menos conocidas y que se proclaman republicanos.
Si alguién desea opinar y explicar porque es o se siente republicano/a, puede enviarme su aportación al correo electrónico: porqueunarepublica@gmail.com
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Inicio esta seción con la opinión de Antonio García-Trevijano, conocido por sus posturas republicanas:

"Si yo fuera francés, sería pasivamente republicano. Para sentir, en verano, el frescor de la libertad a la sombra de un alma sin cuerpo, y en invierno, el calor de la humanidad en un rayo de la razón sin fuego en las entrañas. En tan abigarrada República de municipio y alcalde, devenir monárquico sería una crueldad para la imaginación popular y una impertinencia en la causa festiva de la historia. Si fuera suizo, sería republicano por el equilibrio de la fórmula política y por el alto grado de vivencia democrática a que ha conducido. Si yo fuera portugués, sería activamente republicano por el orgullo de pertenecer al pueblo que salió, con ruptura del totalitarismo; y por apurar, hasta su última gota democrática, el caudal de libertad alumbrado en el subsuelo del corporativismo. Si yo fuera italiano o griego, sería republicano al modo francés, por lealtad a las revoluciones de la libertad; al modo romano, por aliciente al espíritu público machacado en la monarquía fascista y pulverizado en la corrupción partidista; al modo portugués, para alcanzar la meta con dulzura.
Si fuera inglés, holandés, sueco, noruego o danés, y no me imagino siendo belga o luxemburgués, sería republicano, por manía de perfección institucional y de equilibrio entre poderes, para mantener viva, en la acción, la esperanza de culminar el proceso histórico de separación del Legislativo frente al Ejecutivo, truncado y anulado por los parlamentarismos con gobiernos de gabinete; para que el Ejecutivo designado por sufragio directo fuera controlado, de verdad, por la diputación de los electores de distrito. Sería republicano para que, sin impaciencia en el modo político de vivir y respetando la tradición parlamentaria, el sistema llegara a ser una democracia moderna.
Pero soy español y, como si fuera alemán o austriaco, no tengo base para ser, por tradición, republicano o monárquico. La razón produce republicanos. El miedo a la libertad, monárquicos. La libertad llegó aquí con la República. Pero también llegó la Dictadura por la debilidad de las instituciones republicanas ante el asalto fascista del Estado. La Monarquía llamó a un Dictador, abriéndole, alborozada, la fortaleza. Y otro Dictador agradecido la devolvió a una improvisada Monarquía de los Partidos. Heróica en su resistencia, la República no es culpable de haber perdido la guerra civil. Pero se hizo responsable de ella por no haberla evitado. Y no por falta de inteligencia o de carácter en sus hombre de gobierno (el más mediocre de ellos parecería hoy un portento), sino por la inadecuación del sistema parlamentario para controlar las reacciones cuarteleras de los militares y los movimientos socialmente revolucionarios de las masas. Los hechos históricos no están predeterminados. Una república presidencialista habría dejado a la reacción sin esperanza. Y de producirse una aventura golpista, la habría sofocado.
No pudiendo ser republicano por fe y tradición, lo soy por razón y revolución. Por ser demócrata de convicción, humanista de vocación, hombre de acción y patriota de nación, sin poder ser nacionalista de pasión. Una constitucional oligarquía de partidos no puede llegar, por vía de reforma, a la democracia. En cambio, una República Constitucional, que aquí nunca ha existido, permite separar, con dos tipos separados de elección popular, el poder ejecutivo del legislativo. Y sólo un Presidente de la República, elegido de modo directo por vascos, catalanes y gallegos, junto con los demás españoles, aseguraría la unidad de España, sin riesgo de secesión en los nacionalismos periféricos. Dando todas las libertades, menos la de elegir al Poder que las otorga, esta Monarquía niega la esencia de la libertad política. Ser libre y no ser republicano es, por eso, una torpe y triste utopía."
LA RAZÓN. LUNES 12 DE JULIO DE 1999

 

sábado, 23 de febrero de 2013

Proclamación de la I República

 Bandera de la I República
 
El 10 de febrero de 1873, el rey Amadeo I renuncia al trono de España.
A las 3 de la tarde del 11 de febrero 1873el Congreso y el Senado constituidos en Asamblea Nacional proclamaron la República. D. Emilio Castelar subió al estrado y pronunció estas palabras:
"Señores, con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía parlamentaria; con la renuncia de don Amadeo de Saboya, la monarquía democrática; nadie ha acabado con ella, ha muerto por sí misma; nadie trae la República, la traen todas las circunstancias, la trae una conjuración de la sociedad, de la naturaleza y de la Historia. Señores, saludémosla como el sol que se levanta por su propia fuerza en el cielo de nuestra Patria"
Seguidamente fue nombrado Estanislao Figueras, primer Presidente de la República Española..

viernes, 22 de febrero de 2013

Rafael del Riego


(Santa María de Tuñas, Asturias, 1785 - Madrid, 1823) Militar español. Miembro de los Guardias de Corps, luchó contra los franceses en la Guerra de la Independencia (1808-14). Estuvo prisionero en Francia, en donde recibió la influencia ideológica del liberalismo revolucionario. En 1819 fue destinado como comandante al ejército que se estaba concentrando en Andalucía con la intención de partir hacia América y restablecer allí el dominio colonial español, que las rebeliones de los criollos habían eliminado durante la ocupación francesa de la metrópoli.
Riego participó en las conspiraciones liberales encaminadas a sublevar al ejército contra el régimen absolutista impuesto por Fernando VII; y en 1820 se pronunció públicamente en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) a favor de la Constitución de Cádiz de 1812, que el rey había abolido nada más regresar. El descontento de las tropas por las condiciones en que iban a ser enviadas a América (en una flota poco fiable) facilitó el éxito del pronunciamiento. Riego recorrió Andalucía al frente de una columna, animando a la insurrección a los liberales y sin encontrar apenas resistencia, hasta que Fernando VII se decidió a jurar la Constitución. Se abrió así un periodo de monarquía constitucional (el Trienio Constitucional de 1820-23), enormemente difícil por la deslealtad del rey al régimen que le habían impuesto los liberales.
El propio Riego se convirtió en símbolo del liberalismo radical y colaboró con los gobiernos liberales como capitán general de Galicia y de Aragón y presidente de las Cortes. Cuando se produjo la invasión francesa de los «Cien milhijos de San Luis», que venía a restablecer el absolutismo, Riego encabezó la resistencia en Andalucía (1823); pero fue derrotado, capturado y ejecutado. Pervivió, sin embargo, en la memoria popular como un héroe mítico de la lucha por la libertad; la marcha que tocaban sus tropas durante los hechos de 1820 siguió sonando como himno revolucionario a lo largo del siglo XIX y fue declarada himno nacional de España por la Segunda República (1931-39).


¡Viva la "Pepa"!


Para hacerse una idea de la historia del republicanismo en España hay que remontarse a la Guerra de Independencia y a la proclamación por parte de los liberales españoles de la Constitución de 1812, o como se la conoce popularmente: la "Pepa".

La "Pepa", que cumplió 200 años el año pasado, fue la primera Carta Magna Liberal de Europa. Esta ley se convirtió en un todo un mito democrático que influyó en la redacción de varias constituciones europeas y que repercutió en los fundamentos constitucionales de la mayoría de los estados americanos tras su independencia. Fue la primera constitución española que estableció la soberanía popular, la división de poderes, la libertad de expresión y la libertad de imprenta.

A modo de introducción


Hace tiempo que vengo dándole vueltas a la idea de crear un blog que sirva para dar a conocer el concepto de república con forma de gobierno y su desarrollo en  España. Siempre que leo algo relacionado con este tema, sale a relucir  la mal llamada Guerra Civil, como si el período de 1936 a 1939 hubiera sido lo único o lo más “sonado” de la república. Por otra parte,casi todos  los partidos políticos defensores de las ideas republicanas parece que patrimonializan la bandera tricolor. Da la sensación que si uno no comparte sus ideas, no puede ser realmente un republicano. A lo mejor me equivoco, sin embargo cada 14 de abril tengo esta sensación.

No soy historiador, ni mucho menos un estudioso de la ciencia política. Pero como creo que la república es una buena forma de gobierno, voy a intentar hacer un ejercicio de divulgación ciudadana, con la ayuda de libros, de comentari, artículos, fotos  y de la gran oportunidad que ofrece  Internet, para que conozcamos, entre todos, un poco mejor  esta forma de gobierno y los personajes históricos que intentaron instaurar la república en nuestro país.

Estaré abierto a cualquier información, sugerencia o crítica, que aportéis  en los comentarios, o correos que queráis enviar: porqueunarepublica@gmail.com